¿Cuál es el trabajo de un coach de equipos?

El trabajo de un coach de equipos (al igual que un coach de vida, ejecutivo o de parejas) es acompañar a un equipo de personas en la consecución de sus objetivos a través de acciones que fomenten la cooperación entre sus miembros, apoyándolos a revisar y mejorar sus relaciones, procesos de trabajo y valores.
Es un entrenador quien tiene una mirada de o b s e r v a d o r, está atento para hacer preguntas poderosas que inviten a la reflexión de todos los miembros del equipo. Estas preguntas retadoras los ayudan a darse cuenta de sus oportunidades de mejora, a alcanzar sus objetivos, a darse cuenta de sus creencias limitantes. En suma, los ayudan a descubrir sus talentos y confiar en ellos, e invitar a desarrollar habilidades específicas aprendiendo unos de otros.
Para entender mejor el trabajo de un coach de equipo, es importante comprender que cada persona suma al equipo de trabajo y es parte de la empresa y forman parte de un sistema. Cada acción o decisión que toma uno de los miembros, repercute en los demás y en todo el sistema. Son parte de un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, para un objetivo común.
El coach de equipos, como su nombre lo dice, trabaja con todo el equipo de manera global, observa el comportamiento de los miembros dentro del sistema, sus interacciones como un “cuerpo social”. Debe mostrar la película completa para que el equipo decida si quiere continuar haciendo lo mismo, mejorar y/o cambiar para el logro de sus objetivos.
El coach observa al equipo, retroalimenta al equipo, el equipo recibe, delibera/discute y toma decisiones. Su rol es ayudar a la reflexión colectiva, sin inmiscuirse, acompaña al equipo en el aprendizaje, el equipo es quien obtiene su propio aprendizaje y mantiene el curso de sus objetivos y metas colectivas.
En resumen ¿Qué hace el coach de equipo?
El coach acompaña. Ayuda a la reflexión estratégica prolongando los debates. Plantea preguntas imprevistas al equipo para:
Descubrir sus creencias colectivas.
Modificar posibles marcos de referencia colectivos que estén limitando el éxito o desarrollo del equipo.
Cuestionarse estrategias y comportamientos colectivos y repetitivos improductivos.
Darse cuenta de las oportunidades de mejora del equipo, reforzar y multiplicar los procesos que funcionan.
Seguir y medir bien el desarrollo colectivo a mediano y largo plazo.
Es importante realizar un levantamiento de necesidades para tener un diagnóstico y fijar los objetivos de la intervención del coach. Es la base para la elaboración de una propuesta detallada del contexto, la situación actual, el objetivo, y cómo lo vas a lograr. Las intervenciones con el equipo pueden ser sesiones de trabajo por áreas, reuniones semanales, talleres experienciales, shadow coaching, u otros.
Plantea siempre una evaluación de satisfacción de equipo para verificar si se han cumplido los objetivos fijados en la fase de diagnóstico y si estos se trabajaron en las intervenciones y contar con una fase de seguimiento para asegurar que la comunicación siga fluyendo en el equipo.
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