La escucha activa como herramienta para entender mejor el entorno

En la vida moderna nos encontramos inmersos en un constante flujo de información y conversaciones que puede volverse abrumante, sin embargo, ¿cuántas veces nos dedicamos verdaderamente a escuchar y comprender lo que se nos está diciendo? La escucha activa se presenta como una herramienta invaluable para entender mejor nuestro entorno y establecer conexiones más valiosas con los demás.
La escucha activa es un proceso en el cual nos implicamos plenamente con la otra persona, prestando atención detallada a sus palabras, pero también a sus gestos y emociones. Requiere de una disposición genuina para comprender su mensaje, en lugar de esperar nuestro turno para hablar o de preparar una respuesta. Al practicar la escucha activa, estamos abriendo nuestra mente hacia una comunicación más significativa y un involucramiento más efectivo con las personas que nos rodean.
Para poder incorporar la Escucha Activa en nuestra vida diaria se necesita de algunas acciones conscientes que, eventualmente, pueden transformarse en buenos hábitos:
- Evitar las distracciones: En primer lugar, es esencial eliminar cualquier distracción que pueda interrumpir tu capacidad de escuchar activamente. Apaga el teléfono, apártate de las pantallas y concéntrate en la conversación que estás teniendo. Mira a la persona a los ojos y disponte a escuchar.
- Prestar atención de verdad: Observa tanto las palabras como los gestos y las expresiones faciales del hablante. Esto te ayudará a captar las emociones y los matices detrás de sus palabras, brindándote una comprensión más completa de su mensaje.
- Ver la importancia: Demuestra interés genuino en la otra persona y en lo que está compartiendo contigo. Haz preguntas relevantes para profundizar en su perspectiva e intenta reconocer y validar sus sentimientos.
- Evitar interrumpir o juzgar: Es esencial resistir la tentación de interrumpir, hacer supuestos o sacar conclusiones mientras la persona está hablando. Permite que desarrolle la idea completamente antes de formular tu respuesta o juicio. Asegúrate de entender lo que quiere expresar en ese momento.
- Ser paciente y tolerante: Algunas personas pueden necesitar más tiempo para expresarse o pueden tener dificultades para articular sus ideas. Sé respetuoso y dales el espacio necesario para compartir su perspectiva.
La práctica regular de la escucha activa trae consigo una serie de beneficios significativos. Al entender mejor nuestro entorno a través de la escucha activa, podemos conseguir establecer relaciones más sólidas y significativa, entender de una forma más valiosa la información y conocer perspectivas diversas, fortalecer nuestra comprensión hacia los demás y así mejorar nuestra comunicación en general. Una vez que adoptas la escucha activa en tu vida diaria, desarrollas una mejor comprensión del entorno y también de tus propias experiencias de vida.
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