Rol del docente coach en el proceso de enseñanza aprendizaje universitaria
Referirnos a roles, significa describir funciones que le son atribuidas a una persona para que se comporte de acuerdo a unas pautas y en base a unas expectativas. Nos permiten entrar y salir de las diversas realidades sociales que se nos presentan en el día a día y en general en la vida.
La educación ha experimentado cambios sustanciales en la metodología que, en principio, era receptiva. El docente era el elemento central como transmisor de conocimientos y es probable que no se diera espacio a los debates. En la actualidad, el estudiante es el protagonista, tiene mayor libertad de expresarse y su aprendizaje es el fin del proceso. A este desarrollo lo denominamos enseñanza – aprendizaje, porque combina el conocimiento del docente con los conocimientos previos del estudiante.
El desarrollo tecnológico, como consecuencia de la globalización, abrió las fronteras del conocimiento y con ello se incorporaron nuevos conceptos que tienen relación directa con el desarrollo de la persona: las habilidades blandas, necesarias para generar relaciones interpersonales sostenibles en el tiempo. Esta apertura propició en la sociedad nuevas expectativas de crecimiento, y, para cumplir con estas expectativas, es necesario desarrollar nuevas formas de transmitir el conocimiento y, sobre todo, entender la forma como aprenden las personas para implementar estrategias que ayuden a lograr el objetivo.
En este contexto, surge la figura del docente-coach, quien cuenta con habilidades y competencias para llevar adelante el proceso de transformación, porque acompaña a los estudiantes de la realidad actual (en la que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje) a una realidad deseada (que es el desarrollo de habilidades con las que enfrentarán los cambios y se adaptarán a las exigencias del entorno).
Para promover una actitud de autonomía, el docente coach asume diferentes roles:
Facilitador: El docente motiva a los estudiantes a autogestionarse a partir de un proyecto o clase invertida, reconociendo los aprendizajes previos del estudiante. El docente debe tener buena capacidad de comunicación, respeto, actitud positiva y tener sentido de integración.
Mediador del aprendizaje: Consiste en organizar y dirigir el ritmo del curso, generando responsabilidad y disciplina, diseñando el proceso formativo en base a estrategias para el aprendizaje colaborativo enfocadas en la interacción y la comunicación, con el fin de lograr que todos los estudiantes participen en dicho proceso.
Sistematizador: Expresan y socializan contenidos científicos, históricos y sociales a los estudiantes y estos construyen su propio aprendizaje, así como interactúan con docentes, estudiantes y familias, por lo que, el proceso de enseñanza y aprendizaje es comunicativo con la comunidad que los rodea: aplicando, discutiendo, revisando o yuxtaponiendo este contenido.
Líder, sirve de guía e inspiración para los estudiantes, por su ánimo y actitud. “No es lo que dices sino lo que haces”.
El docente coach universitario se encuentra, entonces, ante el reto de desarrollar una educación que supere estos obstáculos desde el reconocimiento de las responsabilidades esenciales de la profesión docente, por un lado, y de las competencias de conceptos, procedimientos y actitudes, por otro.
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